martes, 27 de octubre de 2009

EL SALVADOR.



socialismo.en EL SALVADOR..lo necesitamos......!HASTA LA VICTORIA SIEMPRE¡

eStRuCtUrA SoCiAlIsTa




Estructura Ideológica
Dieterich, en su obra Socialismo del Siglo XXI se funda en la visión de Karl Marx sobre la dinámica social y la Lucha de clases. Dieterich profundiza la teoría marxista y la actualiza en el mundo de hoy, incorporando los avances del conocimiento, las experiencias de los intentos socialistas, develando sus limitaciones, entregando propuestas concretas tanto en la economía política como en la participación democrática de la ciudadanía para construir una sociedad libre de explotación. El modelo del socialismo del siglo XXI se sustenta en cuatro ejes: El desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia participativa y las organizaciones de base.
Praxis Teórica
Dieterich no establece un modelo único y absoluto para lograr una sociedad democrática, participativa, socialista y sin clases sociales. Más bien establece una metodología para elaborar lo que denomina El Nuevo Proyecto Histórico' cuyos pilares estratégicos son el Bloque Regional de Poder (BRP) que sería la integración económica y política de los Estados Progresistas de la región y el Bloque Regional de Poder Popular (BRPP) que correspondería a la coordinación continental de los movimientos sociales que apoyen a la implementación del Socialismo del siglo XXI. A eso, se suma la colaboración igualitaria y solidaria entre los Estados y los movimientos sociales, es decir, entre el BRP y el BRPP. La autogestión y la idea de Comunidades Creativas y Sostenibilidad, ideario de Ezio Manzini y la Red Mundial para el Diseño Sostenible son igualmente prácticas tangibles de este nuevo modelo.

CRITICAS AL SOCIALISMO




Críticas al Socialismo

Existen algunos críticos al Socialismo del Siglo XXI, generalmente provienen de sectores tanto de la derecha como de la izquierda. Algunos marxistas lo consideran un socialismo falaz y la derecha estima que se basa en ideas caducas y perimidas.
Desde diversos sectores sociales e ideológicos allegados a la acción y movimientos populares de base se alega que no es posible hablar seriamente de un socialismo del siglo XXI si antes no se realiza una crítica profunda del "socialismo real" que existió el pasado siglo en URSS y Europa del este y así como de otros modelos estadocéntricos, porque si no se establecen las causas de su fracaso se pueden repetir los mismos y terminar en un nuevo fracaso que convierta la situación en algo peor que el problema que se buscaba solucionar.De los personajes que se han mostrado abiertamente en contra del Socialismo del Siglo XXI podemos encontrar a Mario Vargas Llosa, quien ha mostrado su opinion en diversas publicaciones hechas en periódicos latinoamericanos. El ex-presidente español José María Aznar ha sido un importante crítico de esta ideología. En una conferencia dictada en la ciudad de Guatemala expresó: "El Socialismo del Siglo XXI es lo mismo que el Socialismo del siglo XX solo que más aburrido, puesto que ya sabemos como termina"."Coartar las libertades, no respetar la ley, debilitar el estado de derecho, son las políticas que ampara el denominado socialismo del siglo 21" afirmaba en Septiembre de 2007 al ofrecer una conferencia sobre la libertad en América Latina. Además aseguró que el socialismo del siglo 21 tiene fórmulas totalitarias y autoritarias y es la peor de las recetas posibles para el futuro de Latinoamérica".
Pablo da Silveira publicó el artículo "El socialismo chavista" en el diario "el País", en el que señala las siguientes características del socialismo chavista: En primer lugar, el culto al líder. Todo el tiempo uno está recibiendo el mensaje de que la "revolución bolivariana" y su conductor son inseparables. Un segundo rasgo es la ausencia de todo mecanismo institucional que asegure un gobierno limitado. Un tercer rasgo llamativo es la permanente intimidación, sustentada en dos métodos principales. El primero es el recurso a una violencia no institucionalizada. En la Venezuela de hoy se acumulan las muertes inexplicadas de periodistas. Las agresiones físicas (incluyendo palizas tremendas) han pasado a ser un riesgo del oficio. El otro método de amedrentamiento son los piquetes que se movilizan "espontáneamente" contra los opositores y otras personas consideradas indeseables. La primera es que todos los manifestantes llevaban la misma camisa roja. La segunda es que esas manifestaciones tenían horario de oficina: los vociferantes llegaban a media mañana, desaparecían a la hora del almuerzo, volvían poco después y se iban hacia el final de la tarde. Una última característica visible es el uso sistemático del lenguaje como arma de descalificación. El catálogo de insultos y agresiones verbales es casi infinito. La acción de los medios opositores es definida por Chávez como "envenenamiento mediático". La descalificación del adversario es un viejo mecanismo para facilitar su posterior destrucción. Por eso Hitler trataba a los judíos de "sub-humanos" y Fidel Castro trata de "gusanos" a sus opositores. El culto a la figura conductora, la eliminación de los mecanismos que limitan la acción del gobierno (para lo que se suele recurrir a reformas constitucionales), el uso de la violencia no institucionalizada y de la "movilización popular" para amedrentar a los adversarios y, finalmente, el empleo del lenguaje como arma descalificatoria han sido señalados desde siempre como rasgos típicos del fascismo. La Venezuela de la actualidad se parece mucho a la Italia de los años treinta. Y eso no debería sorprendernos. Después de todo, Mussolini fue un dirigente del Partido Socialista italiano que decidió seguir un camino propio por considerar demasiado tímidos los métodos políticos tradicionales.
El Arzobispo de Mérida, Mons. Baltazar Porras, indicó que el socialismo del siglo XXI al que se refiere el Gobierno venezolano es indefinido ideológicamente, busca “distraer la atención” y “parece más bien un supermercado”. En entrevista concedida a Unión Radio, el Prelado comentó así la incomodidad del Gobierno nacional por el documento que emitió la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) exigiendo una definición del socialismo del siglo XXI al que se refiere. Para el Arzobispo, otras características de este socialismo son el populismo, el autoritarismo y el militarismo.

Socialismo del Siglo XXI en Europa




El Socialismo del Siglo XXI ha sido especialmente acogido en Alemania de mano del Partido de Izquierda o Die Linkspartei, de diferentes movimientos universitarios y de ex-altos cargos de la República Democrática Alemana como Egon Krenz. La antigua Alemania del Este está siendo el caldo de cultivo para un nuevo Socialismo del Siglo XXI.
En España destaca el Partido Carlista con una difusa ideología socialista-monárquica autogestionaria y de nueva izquierda. Con una base sociológica mediana en el País Vasco, en 1998 fue uno de los partidos y asociaciones firmantes del Pacto de Estella, y en 2005 se pronunció en contra de la Constitución Europea. Venezuela fue destino de muchos militantes de esta formación durante la represión franquista. El ex-presidente del Partido Carlista, Carlos Hugo de Borbón Parma, en 2004 publicó el libro "Algunas Reflexiones sobre el Socialismo del Siglo XXI", el cual, entre sus líneas, expresa textualmente lo siguiente:
"El socialismo que ha muerto es el socialismo autoritario orientado hacia el control del ciudadano por una política monopolizada o controlada desde el partido único, que reclamaba un reparto del fruto de la propiedad y de la producción, pero no un simultáneo reparto del poder. Este socialismo sí ha muerto. El socialismo como ideal humano de construcción política, basado en la participación del ciudadano, en el control de su vida política y económica, así como en el reparto de los bienes, no ha muerto. Hay que decirlo una y otra vez: un proyecto socialista se hace hoy imprescindible."

Hugo Chávez y El Socialismo del Siglo XX




Hugo Chávez y El Socialismo del Siglo XX

Actualmente el gobierno de Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, plantea estar avanzando hacia el Socialismo del Siglo XXI, aunque aún con una institucionalidad incierta de dicho socialismo. Efectivamente se ha avanzado en el eje del desarrollismo democrático nacional y regional, pero aún falta dar el paso a la implementación efectiva de los otros ejes, instituciones pilares del Socialismo del Siglo XXI. El mandatario Rafael Correa, presidente de la República de Ecuador, y movimientos sociales ecuatorianos ya han manifestado su entendimiento y voluntad de generar e implementar un proceso que conduzca a Ecuador hacia la institucionalidad del Socialismo del Siglo XXI.
A comienzos de 2007, el presidente venezolano mostraba sus referencias teóricas, frente a la cúspide eclesiástica de su país expresó «Les recomiendo a los obispos que lean a Marx, a Lenin, que vayan a buscar la Biblia para que vean el Socialismo en sus líneas, en el viejo y nuevo testamento, en el sermón de la montaña.». En el mismo acto, Chávez afirmó compartir ideas trotskistas, como la revolución permanente.
Chávez ha afirmado que el Socialismo del Siglo XXI acepta la propiedad privada (a diferencia de la postura marxista-leninista.) y debe nutrirse de las corrientes mas auténticas del Cristianismo, dentro de una democracia participativa y protagónica y debe conjugar igualdad con libertad.


Los ejes centrales del Socialismo del siglo XXI en la definición del Presidente Hugo Chávez
Presidente Chávez define el Socialismo del Siglo XXI

En amena conversación con Manuel Cabieses, Director de Punto Final, el Presidente Chávez formuló su pensamiento sobre el Socialismo del Siglo XXI.

Confiesa que transcurridos seis años y medio de agitada gestión gubernamental, chocando con un poder imperial implacable en sus designios e inescrupuloso en sus métodos, ha concluido que sólo el Socialismo puede traer justicia social.

El primer elemento que dibuja sobre el Socialismo del siglo XXI es su estrecha relación con la practica política. Comenzó allá por los años 80 con el diseño de lo que llamaron el 'árbol de las tres raíces', que es la fuente ideológica. Consiste en la raíz bolivariana (su planteamiento de igualdad y libertad, y su visión geopolítica de integración de América Latina); la raíz zamorana (por Ezequiel Zamora, el general del pueblo soberano y de la unidad cívico-militar) y la raíz robinsoniana (por Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar, el Robinson, el sabio de la educación popular, la libertad y la igualdad). Este 'árbol de las tres raíces' da sustancia ideológica al movimiento revolucionario y al Socialismo del siglo XXI.

En esta larga experiencia la conciencia y el pensamiento del Presidente Chávez ha recibido tambien la influencia del Marxismo Referencia ineludible del socialismo moderno.

Señala que el de ahora debe ser un Socialismo nuevo. El 'Socialismo del siglo XXI', sobre el cual esboza ideas precisas.

Una es afirmar que el primer socialista de nuestra era fue Cristo. El Socialismo debe nutrirse de las corrientes más auténticas del cristianismo. Haremos el Socialismo desde nuestras propias raíces, desde nuestros aborígenes y cita experiencias como: i) las comunas en Paraguay y Brasil; ii) el socialismo utópico que representó Simón Rodríguez; iii) el planteamiento de Bolívar de libertad e igualdad; iv) los planteamientos de Artigas, el gran uruguayo, de que hay que invertir el orden de la justicia, eliminando los privilegios.

Entre los elementos que pudieran definir el Socialismo del siglo XXI, dice el Presidente Chavez, estan los siguientes

a) La moral.

El primer rasgo es el moral. Debemos recuperar el sentido ético de la vida. Luchar contra los demonios que sembró el capitalismo: individualismo, egoísmo, odio, privilegios. Es un arma en la lucha contra la corrupción, un mal que es propio del capitalismo. El socialismo debe defender la ética, la generosidad.



b) La democracia participativa.

En el aspecto politico uno de los factores determinantes del Socialismo del siglo XXI debe ser la democracia participativa y protagónica. El poder popular. Hay que centrar todo en el pueblo, el partido debe estar subordinado al pueblo.

c) Igualdad conjugada con la libertad.

En lo social, el Socialismo debe conjugar igualdad con libertad. Una sociedad de incluidos, de iguales, sin privilegios.

d) Cooperativismo y asociativismo.

En lo económico: un cambio del sistema de funcionamiento metabólico del capital. En Venezuela se han iniciado experimentos como el impulso al cooperativismo, al asociativismo, a la propiedad colectiva, a la banca popular y núcleos de desarrollo endógeno. Son válidas muchas experiencias como la autogestión y cogestión, la propiedad cooperativa y colectiva. Se esta poniendo en marcha un ensayo de empresas de producción social y unidades de producción comunitaria.

El Socialismo del Siglo XXI-SSXXI ofrece como su mejor resultado hasta el momento, un impresionante experimento de PODER POPULAR en el que participan millones de personas, como no lo habían hecho antes en la historia de la nación, contagiando el resto de los pueblos suramericanos que han vuelto su mirada al modelo socialista ante el estrepitoso fracaso del neoliberalismo.

A las anteriores reflexiones el Presidente agrega la siguiente: estamos en una transición. Una transición que llama 'Democracia Revolucionaria'. Ha retomado ese término para caracterizar el tipo de democracia que empuja como una caballería, que abre puertas y se impregna de pueblo. Es una fase de transición hacia el socialismo.

El Presidente propone redactar con estas ideas el Manifiesto del Socialismo del Siglo XXI.

Con otros grupo de compañeros hemos tomado la determinacion de avanzar en esa direccion. Para tal efecto ha sido creado el Instituto del Pensamiento del Socialismo del Siglo XXI, donde se profundizaran todos estos elementos y se difundiran entre las organizaciones populares, para elevar asi su nivel de conciencia y accion revolucionaria.

Socialismo del siglo XXI



Socialismo del siglo XXI
El Socialismo del siglo XXI es un concepto ideado por A.V.Buzgalin en una publicación originalmente en ruso en 1996 y en español en el año 2000. En efecto el primer texto sobre el tema no es el de Heinz Dieterich, sino uno del autor ruso titulado "El Socialismo del siglo XXI" (160 pp., Guanabo, Cuba, Enero 20, 2000, Costo 9 euros).
El de Heinz Dieterich Steffan, es posterior, a partir de 1996 y muy difundido desde el 30 de enero de 2005, por el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez en ese entonces desde el V Foro Social Mundial. En el marco de la revolución bolivariana, Chávez ha señalado que para llegar a este socialismo habrá una etapa de transición que denomina como Democracia Revolucionaria.
Hugo Chávez expresó “Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad” en un discurso a mediados de 2006. Además, este socialismo no está predefinido. Más bien, dijo Chávez “debemos transformar el modo de capital y avanzar hacia un nuevo socialismo que se debe construir cada día”.
A su juicio por las condiciones presentes en el actual mundo globalizado, esta transición será bastante prolongada. Dentro de este concepto sería definitivamente esta versión de socialismo libertario y socialismo democrático el camino a seguir, contrario a otros modelos de gobierno y economía.
A pesar de que al inicio la desintegración y lucha individual por el progreso hizo el hundimiento del socialismo ortodoxo en muchos países, principalmente la URSS y Europa Oriental, se mantiene en países como Cuba, Corea del Norte, Libia y Vietnam. Ha adoptado algo de flexibilidad y en algunos casos un considerable desarrollo, que aunque no alcanzan al auge de una vez han subido y restaurado en parte su economía, como Vietnam y Cuba.
La geopolítica neoliberal, que se supone sería causada por la globalización corporativista, ha provocado según estos movimientos, tales daños sociales y económicos a muchos países, tanto desarrollados como los llamados del Tercer Mundo (que también se les atribuyen corrupción y autoritarismo por parte de partidos políticos y gobiernos), que habrían provocado un despertar de un nuevo tipo de socialismo democrático y la caída y desprestigio del sistema democrático liberal en muchos países.
Como ya se indicó, el significado dado al socialismo es muy amplio y puede variar según el exponente al igual que los proyectos que aplicarían, aunque normalmente se refieren al socialismo democrático-estadocéntrico o de partido (parlamentario) y su modelo suele ser el de políticas económicas internas intervencionistas, y mercantilistas en comercio exterior. Según Heinz Dieterich lo que en América Latina se denominan actualmente gobiernos socialistas, son más bien intentos de aplicación contemporáneos de las políticas de la economía social de mercado y el Estado social de la democracia cristiana de antaño.

lunes, 26 de octubre de 2009

el nuevo socialismo ......"JORDI SEVILLA"



El nuevo socialismo del que nos habla Jordi Sevilla en este libro conserva todo el vigor de los principios clásicos de libertad, igualdad y fraternidad, pero los interpreta a la luz de nuestras necesidades actuales y desde la experiencia de la historia. Así, para el nuevo socialismo, la verdadera libertad consiste en la posibilidad real de que los individuos puedan llevar a cabo sus proyectos de vida en sociedad; la igualdad debe ser sustancial y no formal, lo que significa fortalecer la posición de los más débiles en una sociedad injusta, mientras que la fraternidad ha de ser el vínculo común, el marco que dote de sentido y de identidad al colectivo. El nuevo socialismo propugna cambiar profundamente los contenidos y la forma de hacer política que tiene la derecha para devolver la acción y la palabra a quienes creen que la razón y el diálogo son las mejores armas para la construcción de un futuro mejor. Al proclamar el fin de las ideologías y el advenimiento de una nueva era, la derecha política realmente existente quiere hacernos creer que vivimos en el mejor de los mundos posibles, que hay que abandonar, por tanto, cualquier intento de cambiarlo y que debemos renunciar a la construcción de nuestra propia identidad individual y colectiva. Frente a esa concepción del mundo, mezquina y autocomplaciente a la vez, el nuevo socialismo sostiene que no sólo es posible llevar a cabo una acción colectiva consciente y democrática para dirigir nuestras vidas y organizar la sociedad de otra manera, sino que es de urgente necesidad hacerlo.